Hacía mucho tiempo desde que no escribía. Quizá porque me
daba la sensación de que las palabras eran insuficientes para expresar los
acontecimientos que iban ocurriendo en mi vida, o simplemente porque no estaba
inspirada. Entonces me di cuenta de que esta etapa de mi camino es quizá una de
las más poéticas que pueda llegar a vivir. Probablemente esto no sea del todo
cierto. Probablemente, tal y como ahora me ha ocurrido, me lleguen situaciones sorprendentes, giros inesperados y puntos de inflexión que marquen nuevos ciclos en este recorrido, y los cuales en ningún momento anterior ni había imaginado.
Me ocurre que en el mismo tiempo puedo llegar a divagar bastantes cosas a la vez. Me ocurre que he encontrado nuevas vías -y mejores- para expresar todas las preocupaciones, alegrías, y demás, que me revoloteen por la mente. Pero ya es hora de volver a coger esa costumbre tan placentera de saber expresar pensamientos, sentimientos, ideas, críticas, y cualquier otra inquietud.
No obstante, olvidando los subterfugios de una presentación, simplemente espero poder volver a alguna de mis viejas costumbres -sin descuidar ni un ápice las nuevas-, y derrochar por estos lares un poco de lo que ronda en esta vida.
Gracias,
Estefanía.